sábado, 28 de septiembre de 2013

RESUMEN DE LA TEMPORADA

Antes de nada voy a corregir una cifra expuesta hace unos días. No son 120 sino 150Kg los recogidos. La diferencia estaba en el arrebañamiento de las cauelas y maquinaria.

Este año ha sido más relajado que el anterior, aunque no para todos. La intervención de Antonio como calendario de actividades ha sido muy valiosa y no se nos ha pasado alimentarlas a su debido tiempo, aplicarlas su medicina, ampliar la colmena, crear nuevos enjambres, retirar la miel a tiempo y dejarlas suficientes reservas en forme de panales con puesta y con alimento.

En principio no se nos ha pasado nada, pero la cosecha ha sido escasa, o buena, o relativamente escasa según como se mire.

La producción de miel se puede considerar de 15 Kg por colmena y mantener pero no extraer de los enjambres nuevos, que han sido esta temporada seis, tres creados con tecnología tradicional del ganado existente y otros tres salidos de las propias colmenas en persecución de la reina tránsfuga.

El seguimiento de los acólitos de esta ciencia ha sido continuo y cada uno según su condición. Destaca el trabajo de Lola (antes Loli), que cual abeja obrera no ha dudado en realizar innumerables viajes de Manzanares a Fuentemilanos y de Fuentemilanos a Valsequilla, Pedro actuando perezosamente aguijoneado por su señora, Anunci y Family, poniendo la nota de color, Benjamín, el que mejor sabe llevar a Antonio, La lola, moviendo botes,........... Cada uno a colaborado en una acción conjunta.

La rentabilidad medida en términos económicos es más bien pobre. El valor de la miel 150Kg x 7€/Kg = 1.050 € de los que habría que restar medicinas, reposición de material, gasolina, botes, lavado de monos y horas empleadas. Deja unos resultados escuálidos. Y más cuando se puede obtener miel a granel similar por 4€/Kg , aunque siempre te sisen en el peso y nunca se realice la extracción con el mimo de la cosecha propia.

Otra cosa es la rentabilidad emocional, las abejas son parte de la familia, te preocupa cuando hace mucho frío, te alegras cuando ves un árbol cargado de abejas, cuando se hecha miel en la leche piensas cuántos viajes habrán tenido que darse para conseguir ese manjar.

Antonio ha aguantado, los demás estamos aprendiendo y el tamaño de la explotación es abordable, va cogiendo su justo volumen. ¿Podremos seguir el viaje cuando Antonio no pueda o no tenga ganas de dar las pautas?